publicado por CRISTINA SAVALL para El Periódico Viernes, 22 de marzo del 2013
El libro 'Teatres de Barcelona' rescata del olvido la Sala Mercè, edificada en 1904 en la Rambla por el arquitecto
El libro 'Teatres de Barcelona' rescata del olvido la Sala Mercè, edificada en 1904 en la Rambla por el arquitecto
El local fue precursor del cine
sonoro con actores hablando tras la pantalla
Antoni Gaudí diseñó en 1904 la Sala Mercè, un carismático teatro en el que se representabanvisiones musicales acompañadas de versos de poetas catalanes y se proyectaban películas habladas antes del nacimiento comercial del cine sonoro que tiene su origen en el Nueva York de 1927. El libro Teatres de Barcelona, un recorregut urbà (Editorial Albertí), escrito a cuatro manos por los arquitectos Antoni Ramon y Raffaella Perrone, rescata del olvido la existencia de este recinto y de tantos otros teatros demolidos, abandonados o incendiados que tuvieron sus días de gloria en la escena barcelonesa.
DESAPARECIDOS 3 Arriba, el Arnau, histórico edificio del Paral·lel, que desde el 2011 es propiedad del ayuntamiento. En el centro, el Teatre Catalunya, derribado en 1942 para ser un banco. Abajo, la Sala Mercè. EDITORIAL ALBERTI / GMN
En ese desaparecido escenario de
la Rambla, ubicado entre las calles de Canuda y Portaferrisa, los actores se
escondían detrás de la pantalla para prestar sus voces a los expresivos
personajes en blanco y negro. La Sala Mercè, con capacidad para 200 personas, fue un éxito de público, pero los
resultados económicos no acompañaron a la iniciativa del empresario Lluís Graner, más conocido por su faceta artística y bohemia de
pintor.
SIN
HUELLAS
El único teatro creado por Gaudí cerró sus puertas en 1913, aunque en sus últimos cinco años de vida dejó
las representaciones en directo y recitales para consagrarse al cinematógrafo. Entre 1936 y 1987 el mismo local acogió el cine Atlántico, que se especializó en películas infantiles. Hoy no
queda ni rastro, apenas una fotografía, ya que el edifico fue derribado para
transformarse en un hotel.
No es el único local de Gaudí derribado. Elarquitecto modernista participó en la decoración del bar Torino, famoso por sus vermuts y aperitivos. Ubicado en el
paseo de Gràcia cerca de la Gran Via, el local abrió en 1902 pero en 1911 bajó
las persianas, perdiéndose sus columnas, muebles, baldosas y vidrieras.
Antoni Ramon cuenta que los barceloneses
conocían la Sala Mercè como la gruta, la cueva o la caverna por su semejanza. «Era un recinto
rectangular, tres veces más largo que ancho, que ofrecía óptimas condiciones de
acústica y de visibilidad», describe el coautor del libro, donde se detalla que
el espacio quedaba tenuamente iluminado por bombillas envueltas en papeles de
colores escondidas en agujeros del muro. Graner decidió en 1905 alquilar el
teatro más emblemático de la Rambla. El Principal, con un proyecto para reabrir
este año, es la sala más antigua de Barcelona. A finales del siglo XVI, nació
la Casa de las Comedias, que dependía del antiguo hospital de la Santa Creu.
«Con el tiempo se convirtió en el Principal, el gran rival del Gran Teatre del
Liceu, inaugurado en 1847», recuerda Ramon.
Para él, sin duda, el Principal, es el teatro más importante de la capital catalana.
«Si acaba en manos de un hotel, morirá. Lo utilizarán de sala de congresos»,
argumenta, alertando del riesgo que corren estos carismáticos espacios que
ocupan grandes dimensiones.
Esta semana, en el acto de
presentación del libro,Guillem-Jordi Graells, autor
teatral, denunció el estado «lamentable» en el que se encuentra este teatro.
«Es una vergüenza para nuestra ciudad que se mantenga cerrado. Es el símbolo de
la inoperancia del Ayuntamiento de Barcelona», señaló.
El libro traza un recorrido por
los teatros tanto en activo como destruidos
de la Rambla, paseo de Gràcia, la plaza de Catalunya, el Paral.lel -donde el
Arnau acogió una iglesia china-, Gran Via, Montjuïc y Glòries, zona en la que
el Teatre Nacional de Catalunya emerge como el primero que en Barcelona puede
lucir cuatro fachadas.
Molt interessant
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